jueves, 27 de marzo de 2014

Era una chica de viejas costumbres y de andares suaves. Solía volver a aquellos lugares en los que alguna vez había sido feliz aunque al hacerlo sólo se encontrara nostalgia. Llevaba tanto tiempo cosiendose las heridas con las manos temblorosas que al tocar-se porfin la cicatriz no podía evitar sentirse rara. Pero le gustaba sentirse rara...siempre habia huido de la normalidad. Al fin y al cabo así era ella, y era algo de lo que sabía que nunca se podría desprender.

Aquella tarde no se había parado ni un momento a mirar el reloj, odiaba el cínico movimiento de las agujas obligándola a seguir avanzando, siempre había querido poder parar el tiempo y pasarse largas horas contemplando como la marea de aquella playa subía y bajaba sin parar. A veces hasta tenía la impresión de que lo lograba cuando el atardecer se le antojaba un poco más lento de lo normal.

Llegaba tarde al lugar donde nadie la esperaba, tan sólo ella misma.
Se sentó en el mismo banco de siempre en la misma playa de siempre, a la hora de siempre, pero ella no era la de siempre.

Cerró los ojos a sabiendas de que al abrirlos se habría perdido lo que para ella era el espectáculo más bonito del mundo. Pero en aquel instante no le importaba. Por primera vez en mucho tiempo se sentía entera. Por primera vez en mucho tiempo no sentía el viento y el miedo pasando a través de su piel. Por primera vez en mucho tiempo se sentía viva. 

Y eso le encantaba.




A.



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Làpiz y rotuladores.-27/03/2014-.Alba R.Porlan

domingo, 23 de marzo de 2014

Felices, únicos, frágiles
Seremos ágiles entre muros de acero, entre ramas, entre espinas. Veloces. Capaces de volar por encima de mil mundos esquivando miedos, esquivando balas. Luces, brillaremos como intermitentes bajo árboles, cantándoles.

Pero seguiremos andando, alegres, por caminos extraños, por caminos de cristales que nos llevarán al infinito. Químicos pero anímicos, solitarios pero ajustándonos cuándo no tengamos nada que perder.

Ni el miedo.

Ni la esperanza.

Felices, vamos a perdernos cómo humanos ilimitados, clavándonos los huesos, bailando las mañanas.

Sonriendo pese a todo. 

Saltando por la ventana, alcanzando estrellas de colores.

(infinitamente humanos)



A.



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Rotulador y lápices de colores-. 23/03/2014.-Alba R.Porlan.

lunes, 17 de marzo de 2014

Tanto tiempo perdido buscando la manera de ganar tiempo.

Tantas horas perdidas contando los minutos que se le pegaban en las legañas. 

Tantos segundos arañandole las tripas. Tantas preguntas que al final resultaron estar vacías. Tanto sin sentido bajo las sábanas. Tanto y tan poco, expandiéndose en la nada.

Era suyo el mundo que hoy la despertaba, suyas las horas, los minutos, suyo el tiempo, suyas las ganas.

Tantas lágrimas, tantas noches, tantas madrugadas arrancándose la piel por alcanzar aquella ventana. Tanta fuerza y tanta rabia, condensada en sus párpados, en sus garras.

Todo el tiempo que luchó sin sentir nada, todo el tiempo que aun por dentro le quemaba.

Todo y tanto, tanto y suyo.

Todo eso, para al final acabar dándose cuenta de que era ella quien se reflejaba. En el cristal de la esperanza, en el cristal de su mañana.



A.

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Lápiz de color y rotulador.-17/03/2014-.Alba R.Porlan